Objeto fuera de su tiempo: el reloj suizo de los Ming.

A mediados del 2008 un equipo de arquéologos alemanes que estaban excabando una tumba en China, encontraron un artefacto que no parecía coincidir con el tiempo y el lugar donde se hallaba. Se trataba de un diminuto y moderno reloj suizo, que incluso llevaba estampada la palabra "Swiss", en su parte trasera, confirmando su procedencia.
Esto no sería nada destacable si no fuera porque la tumba donde se lo encontró, dentro del sarcófago de un noble Chino de la dinastía Ming, había sido sellada no menos de 400 años antes.
Aunque los sorpresas no terminarían alli. Análisis de carbono 14 realizados a la pieza en la Universidad de Guan-Xi, revelan que la pieza ya era una reliquia incluso en el momento en que se la guardó dentro de la tumba, pues tendría aproximadamente unos 900 de años de antigüedad, quizás una herencia familiar que este miembro de la nobleza china decidió llevarse al otro mundo.
"Hasta el momento no tenemos una explicación lógica para esto", afirma Viktor Hausbauer, director de la excavación y profesor de arqueológía y antropología de la Universidad de Frankfurt. Lo más sorprendente es que expertos en relojería que analizaron la pieza, que se encuentra detenida a las 11:41am, llegaron a la conclusión unánime de que con la tecnología actual un aparato de ese tamaño sería imposible de construir, aún por los expertos relojeros suizos. ¿Será este un regalo de un viajero temporal a los Ming? Quizás nunca lo sepamos con certeza.